La temporada 2001 vio a Ferrari dejar atrás al resto y a Schumacher ganar el campeonato en Hungría, empatando con Mansell en el segundo lugar de campeonatos ganados más rápidamente.
La temporada 2002 fue una estela roja. Ferrari terminó todas las carreras y ganó 15 de 17. Michael Schumacher sumó más puntos que el resto de la parrilla combinados y se adjudicó el campeonato en Francia, convirtiéndose en el piloto que más rápidamente ha asegurado el campeonato.
En 2004, Ferrari y Schumacher regresaron a un casi total dominio de los campeonatos, ganando ambos con facilidad. Una nueva carrera en Baréin debutó en abril y otra en China debutó en septiembre.
En 2005, la Fórmula 1 vio a Ferrari desvanecerse, a medida que el equipo Renault dominaba la primera parte de la temporada, y Fernando Alonso se forjaba una clara ventaja hacia el campeonato.
Algunos cambios significativos tuvieron lugar para la temporada 2006, siendo el principal el cambio de motores V10 de 3 litros a V8 de 2.4 litros, en un esfuerzo por parte de la FIA para reducir las velocidades en la Fórmula 1. Otro de ellos es el retorno de reemplazo de neumáticos durante la carrera.
En el 2007 McLaren llevó a su equipo al novato Lewis Hamilton y contrató a Fernando Alonso proveniente de Renault, entre tanto Renault llevó a Heikki Kovalainen como remplazo del Asturiano.
El 2008 fue un campeonato más que espectacular, ya que durante toda la temporada se vio una intensa batalla entre Ferrari y McLaren, que se prolongó desde el Gran Premio de Australia hasta el Gran Premio de Brasil.
El año 2009 se caracterizó por haber un cambio significativo en los monoplazas: La aerodinámica se redujo a un 40% respecto al 2008, con lo cual los coches cambiaron radicalmente.
La temporada 2010 supuso el fin de los repostajes durante la carrera: los coches empezaban la carrera con gasolina para terminarla, debiendo solo detenerse para cambiar los neumáticos en caso de desgaste.
En el 2014, para esta temporada vuelven los motores turbocargados, que habían sido prohibidos en 1988. Esta nueva era dio final al dominio de Red Bull, quien sufría con los nuevos motores Renault V6, los cuales carecían de potencia, o era inferior al motor Mercedes, y algo superior al Ferrari.